Alimentación y belleza 1

¿A quién no le preocupa cuidar el aspecto de su piel y cabello para resaltar su belleza?

Sin embargo, nos limitamos a disfrazarla con cosméticos y máxime a tomar algún complemento como la vitamina E o la levadura de cerveza, para aumentar el brillo y elasticidad de la piel.

Este enfoque es inconsistente si no empezamos por lo verdaderamente importante, que es eliminar al máximo los tóxicos de nuestra dieta y los cosméticos que utilizamos.

En este post hablaremos de algunos cambios en nuestra dieta. Veremos qué evitar y qué tomar para mejorar la apariencia de nuestra piel, uñas y cabello.

La piel, como órgano emuntorio que es (elimina productos de desecho del metabolismo corporal por el sudor), sufre las consecuencias de tener otros órganos sobrecargados, como el hígado y el riñón. Una alimentación que castigue al hígado conllevará cambios en la apariencia. Así, un primer paso para mejorar nuestra piel es:

  • Eliminar sustancias tóxicas de nuestra dieta: productos elaborados cargados de aditivos, tabaco, alcohol, fritos, verdura y fruta convencional por su alto contenido en pesticidas, agua de red sin filtrar, etc.
  • Efectuar una limpieza hepática al año, preferentemente en primavera.
  • Resolver las disfunciones intestinales como el estreñimiento, la diarrea y las alteraciones de la microbiota intestinal.
  • Piel sana
    Piel sana
Consejos alimentarios para mejorar tu piel:

Respecto a la alimentación, podemos dar unos cuantos consejos que nos ayudarán:

  • Carne. Reducir el consumo de productos de origen animal, porque acumulan más tóxicos que los vegetales y porque contienen grasas saturadas, ricas en colesterol y en toxinas liposolubles, que son las más habituales (pesticidas, hormonas, antibióticos).
  • La carne deja residuos metabólicos acidificantes que hay que neutralizar, además de alterar la flora intestinal, en especial la carne roja. En su lugar cocinar legumbres, o en todo caso pescado, y si se toma algo de carne, que sea en pocas cantidades y de calidad, procedente de ganadería extensiva y a ser posible ecológica.
  • Pescado. Evitar los de piscifactoría y peces azules de gran tamaño. Podemos sustituir el pescado por algas, chía y aceite de linaza.
  • Margarina. Evitar las grasas trans, que se obtienen por hidrogenación de aceites vegetales (margarinas). Son grandes oxidantes de las células. Las margarinas ecológicas se hacen sin grasas trans.
  • Aceite. Evitar los aceites refinados. No sobrecalentar los aceites como cuando se hacen fritos. En estas condiciones se oxidan y generan radicales libres. En caso de freír, es mucho mejor utilizar aceite de oliva virgen extra, muy resistente al calentamiento, que aceite de girasol, más barato pero que se transforma al freír.
  • Grasa. Un exceso de grasa, incluso si es de buena calidad, puede ser causa de acné y problemas de piel grasa.
  • Azúcar. Eliminar el azúcar, que actúa como ladrón de minerales (Mg) y vitaminas (grupo B), además de alterar el sistema nervioso, la flora bacteriana y ser descalcificante. No consumir bebidas carbónicas, que llevan un exceso de azúcar.
  • Edulcorantes. Utilizar azúcar integral de caña (no azúcar moreno), miel ecológica, melaza de cereales, estevia (ideal para diabéticos). Son mucho mejor que el azúcar.
  • Lácteos. No son necesarios en nuestra dieta. Si no los suprimimos, mejor consumir lácteos de cabra u oveja en forma de queso, quéfir o yogur.
  • Pan y cereales. Consumir cereales integrales, no refinados pues han perdido su contenido en vitaminas del grupo B y otras. Consumir pan integral de verdad, no las mezclas de harina refinada con un poco de salvado para teñirla. De preferencia, sustituir el trigo por espelta.
  • Fruta y verdura. Consumirla en cantidad, pues es la base de la buena hidratación de la piel. Mejor la fruta entera que el zumo.
  • Fibra. Incluir alimentos ricos en fibra, como la fruta y verdura, legumbres, etc.
  • Café y té. Evitarlos ya que contienen estimulantes como la teína, y dificultan la hidratación de la piel.
  • Aditivos que causan alergias y problemas en la piel: sulfitos, ácido benzoico, colorantes.
  • Los sulfitos están presentes en algunas frutas secas, como los orejones de albaricoque anaranjados, y en vinos y cervezas.
  • El ácido benzoico es el conservante presente en pepinitos, mermeladas y gelatinas.

Te hemos dado muchas pautas que redundarán en pro de una piel más sana y de paso un organismo más sano.

Ahora te pedimos que repases qué cambios deberías efectuar en tu dieta y decidas cuáles aplicas. Seguro que algunos no tienen cabida pues los hábitos son muy difíciles de cambiar. Escríbelos en una libreta y aplícalos a razón de un cambio cada x días.

Salud y piel inseparables
Piel y cuerpo sanos

 

 

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