La intuición y la sanación

La intuición y la sanación de nuestro cuerpo físico, mental y espiritual van de la mano. Desde un conocimiento intuitivo podemos llegar a saber cómo sanarnos. Esto es posible ya que nuestro cerebro derecho tiene capacidades profundas de procesar información tanto externas como internas que no proceden de actos razonados sino más bien intuitivos.

Los hemisferios cerebrales

Los dos hemisferios cerebrales procesan y aportan informaciones diferentes. El hemisferio izquierdo del cerebro es el racional, analítico y metódico. Es el que a través de conceptos nos transmite y procesa toda la información, tanto del pasado como la conexión con el futuro. Es el hemisferio que nos explica las cosas, nos habla todo el tiempo relatándonos los hechos que nos acontecen, los analiza y los clasifica.

En cuanto al hemisferio derecho, nos aporta otro tipo de información.

Vive en el aquí y el ahora, en el presente, observa la realidad y la procesa sin palabras, capta el momento desde las imágenes, los movimientos, y aprende a través de un pensamiento no conceptual, no verbal. Es nuestro hemisferio intuitivo y conectado con la parte espiritual de nuestro ser.

Los dos cerebros se interconectan entre ellos creando y generando nuestra realidad presente.

La intuición y la sanación
Intuición. Hemisferio cerebral derecho
¿Cómo acceder a la intuición?

Partimos de una sociedad totalmente racional, desde pequeños nos enseñan a utilizar nuestro hemisferio cerebral izquierdo y muy poco a utilizar el derecho. Para acceder a nuestro hemisferio derecho debemos, primero de todo, acallar la mente que no para de hablarnos, saltando de una idea a otra.

La meditación es una de las opciones que tenemos para relajar nuestros pensamientos. Con 15 minutos de práctica estaremos “abiertos” a acceder a nuestras capacidades intuitivas y con ello a ver de manera diferente cualquier problema que necesitemos resolver.

La intuición es la que nos va a guiar en la toma de las decisiones difíciles, tanto en el campo de la curación, en el caso de que estemos enfermos, como en nuestra vida cotidiana. Cada vez que tengamos que tomar decisiones importantes y realizar cambios profundos en la vida, tanto a nivel de salud, como a en el trabajo, en la casa, en nuestra manera de vivir, la intuición no sólo va a resultar ser muy útil, sino que está demostrado que es necesaria para evitar equivocaciones.

Además, el acceso al hemisferio derecho nos proporcionara la calma y la paz que tanto necesitamos en nuestro día a día.

¿Cómo reconocer los momentos de intuición?

La intuición puede aparecerte de diferentes maneras. La más común es una voz que no escuchas o que no has querido escucharla, que viene directamente de tus sensaciones emocionales y corporales. Para despertar tu intuición puedes visualizar imágenes, meditar, escribir un diario de emociones, preguntar a tus sueños por aquello que quieres saber, …

A veces aquello que quieres resolver viene en forma de pequeñas coincidencias, algo que lees, un encuentro fortuito con un amigo que te explica algo, una frase que oyes o puede ser cualquier cosa que te de pistas para “ver”, esto es reconocer, el camino que has de seguir.

Intuición y meditación
Intuición. Meditación
Intuición y sanación

Diferentes autores nos hablan sobre intuición y curación. El libro de “Las 9 claves de la curación natural”, la Dra. Kelly A. Turner dedica todo un capítulo a la intuición y cómo dejarse guiar por ella para obtener respuestas a nuestro proceso de sanación.

En este libro se expone como supervivientes de enfermedades incurables consultaron su intuición para trazarse un plan de sanación. Se parte del hecho de que el cuerpo posee un conocimiento intuitivo, que es innato en todas las personas, para autocurarse.

Somos capaces de saber desde qué es lo que nos enfermó, hasta qué debemos hacer para obtener nuestra curación. Desde aquello que desequilibró a nuestro organismo hasta qué hacer para volvernos a equilibrar. La intuición nos guiará en este camino. Normalmente no es inmediato, es un camino largo y que se apoya en nuestros dos hemisferios cerebrales para trazarlo, el derecho para apuntar la dirección a seguir, el izquierdo para racionalizarlo y actuar de manera consecuente.

La autocuración, a través de nuestra intuición profunda, es todo un camino de descubrimiento de nosotros mismos, un reto desde la alegría de estar vivos, una oportunidad para cambiar cosas que no funcionan en nuestra vida, una guía hacia un lugar seguro y la confianza en que todo tiene un sentido y que la sanación es posible. Si otros han podido… yo, tu, también podemos.

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