¿Es lo mismo alimentarse que nutrirse?

Alimentarse es un proceso voluntario que consiste en obtener del entorno (cocina, restaurante, tienda de alimentación) una serie de alimentos (naturales, cocinados o transformados) e ingerirlos.

Implica una selección previa de los alimentos, basada en la disponibilidad, hábitos, factores culturales y socioeconómicos, por lo que puede variar mucho entre países, estratos sociales, o simplemente de una a otra familia fruto de un distinto aprendizaje.

Nuestra preocupación por alimentarnos nace dela necesidad fisiológica de satisfacer el apetito, no de conseguir unos determinados nutrientes en cantidad suficiente y equilibrada. Por suerte el cuerpo es sabio y nos demanda uno u otro alimento si se producen desequilibrios, pero en una alimentación industrializada como la actual no es fácil corregir excesos y carencias.

Nutrirse, por contra, es un proceso involuntario que consiste en transformar los alimentos dentro de nuestro organismo con el objeto de:

  • obtener energía para los distintos procesos vitales
  • construir y reparar los tejidos y demás estructuras orgánicas
  • regular los procesos metabólicos
Alimentarse o nutrirse
Alimentarse o nutrirse

La nutrición empieza tras la ingesta del alimento y engloba los distintos procesos digestivos, la absorción de nutrientes, su distribución a través del sistema vascular y linfático, y el metabolismo de los nutrientes a través de los procesos anabólicos (consumen energía para construir tejidos corporales) y catabólicos (liberan energía para realizar trabajo y producir calor).

La nutrición se ha estudiado ampliamente. El conocimiento científico actual permite definir qué nutrientes y en qué cantidades son necesarios, según el individuo (sexo, peso, edad), su nivel de actividad y su estado de salud.

Nuestra preocupación por nutrirnos nace del deseo por mantener la salud óptima, con un adecuado crecimiento, funcionamiento y reproducción, con la debida energía para el trabajo y demás actividades, con resistencia a infecciones y enfermedades.

Es una preocupación mucho más consciente que la de alimentarnos, y por la que nos interesamos por textos de dietética o nos ponemos en manos de dietistas y naturópatas para corregir nuestros hábitos alimentarios. Y por la que elegimos tomar alimentos ecológicos (+ nutrientes, – tóxicos) a pesar del diferencial de precio.

 

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