Comer con amor para ser feliz

 

Comer con amor, procura felicidad y mejora la vida a quien lo hace

La acción de comer es una necesidad básica que cumple con la función de nutrirnos, pero algunas veces comemos sin tomar conciencia del momento y lo que es peor, utilizamos la comida para saciar nuestras carencias emocionales. Desde el momento que compramos nuestros alimentos, hasta que los hemos digerido pasamos por diversas etapas, estas son: comprar, cocinar, comer y digerir.

En primer lugar, comprar es el momento en el que tomamos las decisiones sobre lo que después comeremos. Es por esto que no podemos realizar nuestras compras de cualquier manera. De hecho, se aconseja una serie de pautas antes de ir a comprar, como son: hacer una buena lista de la compra antes de salir de casa, no ir a comprar con hambre, adquirir solo lo necesario, leer el etiquetado, comprar el máximo de alimentos saludables no procesados, …

Comprar es un momento decisivo
Comprar es un momento decisivo

En segundo lugar, una vez hemos comprado los alimentos, si no son procesados, normalmente los preparamos o los cocinamos. Cocinar con conciencia y poner atención y amor en cada plato que preparamos es una manera de cuidarnos.

Cocinar con cariño es una forma saludable de bienestar y felicidad

Una vez hemos cocinado los alimentos, comer con amor los alimentos implica estar presentes en cada uno de los momentos que transcurren desde que preparamos la mesa, hasta que acabamos de recogerla. Tomar conciencia de todo el proceso nos proporciona satisfacción no solo a nivel físico, también en un plano más emocional.

Finalmente, digerir y aprovechar los nutrientes lo realizaremos de manera más efectiva si, tras la comida, reposamos un rato realizando alguna actividad o trabajo que no implique un gran esfuerzo físico o intelectual.

Siete normas básicas para comer con amor y ser feliz

A continuación, te dejo las siete normas básicas para que puedas comer con amor.

1. Cuida el espacio y el tiempo de la comida

El espacio donde vamos a comer tendría que ser siempre muy acogedor. Con una temperatura ni muy cálida ni fría. Un espacio muy frío no nos va a permitir relajarnos.

En cuanto al tiempo mejor comer con luz del día. Está comprobado que por la noche se digiere peor, es por esto que las personas que sufren de malas digestiones se les aconseja que cenen al menos 2 horas antes de ir a dormir.

Acordaros que la cena mejor sea ligera y temprano.

2. Prepara la mesa poniendo atención en los pequeños detalles

Aunque parezca una tontería una mesa bien preparada induce a la felicidad.

Un pequeño tapete donde reposar el plato, un vaso y los cubiertos. Intenta poner todo aquello que necesites para no tener que levantarte durante la comida.

3. Agradece tu comida

Al sentarte en la mesa es buena idea agradecer o bendecir los alimentos, como se hacía antiguamente. Una simple frase como “Gracias a la Tierra por estos alimentos que voy a tomar” es suficiente, llena de magia el momento y nos hace estar más conscientes.

También podemos agradecer a todos los que han hecho posible que la comida esté en nuestro plato, desde el agricultor hasta la persona que te la ha vendido.

4. Vigila tu postura corporal

Aunque no le demos importancia la postura de estar bien sentados forma parte de una asimilación mejor de los alimentos y evitará tensiones musculares permitiéndonos una mayor reeducación postural conseguida en el día a día.

5. Come despacio y mastica bien

Hemos de intentar comer despacio y masticar bien los alimentos. Cuando masticamos vamos estimulando la producción de saliva y de enzimas que nos sirven para empezar a digerir, por ejemplo, los hidratos de carbono. Además, preparamos el estómago y los intestinos para todo el proceso digestivo.

6. Come de manera relajada

Otro consejo básico es evitar pensamientos estresantes o llevarse los problemas del día o del trabajo en el momento de comer. La compañía es también muy importante, hay que intentar sentarse a la mesa con personas que no nos generen estrés. La televisión y los móviles tampoco son buena compañía en las comidas.

7. Agradece el momento y recoge lentamente

Una vez hemos acabado de comer, recoger lentamente los platos y los cubiertos.

No salir con prisas. Es mejor comer menos y bien, que comer con prisas o pensando en qué haremos a continuación y salir corriendo. Recuerda que la digestión requiere su pausa.

 

       Mejor comer menos y disfrutar del momento que atiborrarte.

Comer con amor
Comer con amor implica preparar bien la mesa

Si quieres saber cómo puedes cocinar con amor en mi artículo te lo explico.

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